lunes, 30 de julio de 2012

Subcampeones olímpicos mexicanos siguieron la señal de sus corazones

La medalla olímpica de plata ganada hoy por los mexicanos Iván García y Germán Sánchez comenzó a construirse poco antes de la competición, cuando los saltadores hicieron caso a una señal del corazón y dejaron de hacer en el entrenamiento el salto arriesgado que marcó sus vidas.
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"Lo había fallado dos veces. Le pregunté a Germán si lo repetía y me recordó que a la tercera va la vencida y mejor lo hacíamos en la competencia", revelo García al comentar los detalles de la final de saltos sincronizados desde la plataforma de 10 metros.
García y Sánchez, originarios de Guadalajara, totalizaron 468.90 puntos para escoltar a los campeones de China, Yuan Cao y Yanquan Zhang (486.78) y enviar al tercer lugar a los estadounidenses Nicholas McCrory-David Boudia (463.47).
Al narrar cómo sucedió la competencia, Iván reveló que jamás se preocuparon por empezar en el último lugar después de dos rondas porque esos dos clavados nunca los hacen bien y quedaban cuatro con mucha dificultad, buenos para remontar.
En la tercera ronda, los mexicanos saltaron al quinto lugar al conseguir calificaciones de más de ocho puntos con el salto 4,5 al frente en posición C, con una dificultad de 3,7. Fue entonces cuando llegó el momento más importante: intentar el arriesgado salto 4,5 adentro en posición C.
"Yo sabía que nos iba a salir bien, entonces cerré los ojos, di gracias por lo que iba a vivir y contamos, uno, dos y tres para lanzarnos", señaló.
Antes del último salto, fue Sánchez el que sintió una punzada en el corazón. Habían hecho un cambio en el programa y si hacían bien su salto de cierre, de 3,8 de dificultad, asegurarían la medalla. "Yo sabía que se iba a dar y cómo se iba a poner mi corazón, y sentí que me beneficiaba sentir la adrenalina", aseguró Sanchez.
Los mexicanos han repetido miles de saltos juntos, se conocen como si fueran hermanos y aunque tienen diferentes gustos (a García le gusta el fútbol y a Sánchez la lucha, por ejemplo) muchas veces extienden la complicidad también fuera del tanque de saltos porque se consideran familiares.
A esa complicidad acudieron este lunes cuando decidieron jugarlo todo en una carta a riesgo de perderlo todo, pero ser valientes les valió para ganar plata. "Recibimos críticas por poner en el programa un salto tan difícil, pero sirvió, nos dio la medalla", señaló.
La medalla de plata de Iván García y Germán Sánchez es la número 56 de México en Juegos Olímpicos, 12 de Oro, 19 de plata y 25 de bronce. De ellas, 11 son de saltos, una de oro, cinco de plata y cinco de bronce.

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